Existen dos tipo de reflujo, el gastroesofágico que cuenta con síntomas reconocibles como la acidez, el amargor en la boca, la sensación de ardor en el pecho y el malestar gástrico. Pero también está el reflujo faringolaríngeo, conocido como el reflujo silencioso, el cual causa síntomas que se parecen más a una disfonía, por lo que suele pasar desapercibida como enfermedad gástrica.
Pamela Carrasco, fonoaudióloga y académica, nos acompañó para conocer más de esta afección, sus síntomas y factores de riesgo.