Chile es el segundo país con mayor índice de personas diabéticas en Sudamérica, siendo una de las enfermedades crónicas más comunes en la infancia, con más de 29.600 niños y adolescentes con diabetes tipo 1.
La necesidad de un control constante mediante pinchazos la vuelve una enfermedad que restringe y causa molestias constantes a quienes la padecen. Se estima que 4 de cada 10 pacientes no se miden la glucosa con la frecuencia recomendada por su médico debido al dolor e incomodidad que el pinchazo les genera. En ese sentido, el MCG (medidor continuo de glucosa) es una solución práctica para las personas que conviven diariamente con esta enfermedad.
Actualmente, la accesibilidad a esta clase de tecnologías ha sido gracias a las gestiones de quienes las necesitan, lográndose que los pacientes puedan acceder a un reembolso por parte de FONASA. La lucha ahora es que este implemento pueda obtenerse a través del GES.
Para conocer más de esta solicitud, conversamos con María Pía Zaldívar y Angelita García, impulsoras de la agrupación Sensor de Glucosa al GES.