Residentes y trabajadores de calle Maipú con Orompello, en Concepción, vivieron tres meses con bastantes complicaciones debido a un casino que atiende diariamente a cerca de 300 personas y que estaba botando sus aguas servidas hacia la calle.
Los malos olores afectaban a los locales aledaños, así como a los transeúntes y residentes. Tras la falta de respuestas ellos mismos buscaron una solución, consiguiendo que el municipio realizara una fiscalización el pasado martes. Pese a ello, los vecinos seguirán alerta puesto que les preocupa que esto se vuelva a repetir.