Paula Espinoza, fundadora de Corporación Viviendo con TLP, nos acompañó para abordar una importante temática relacionada con la salud mental, el Trastorno Límite de la Personalidad.
Esta afección psicológica empieza a mostrar sus primeros síntomas alrededor de los 12 años, pero recién es posible diagnosticarla con mayor certeza desde los 18 años en adelante, existiendo muchos mitos y estigmas asociados, lo que afecta las consultas y un diagnóstico oportuno.
Quienes viven con TLP sufren cambios abruptos del estado de animo, así como sentimientos de vacío y ansiedad, los que pueden derivar en crisis de angustia y de pánico, desordenes disociativos como desrealización o despersonalización, cambios de intereses y objetivos permanentes, y tendencia a caer en adicciones. Lo que les afecta en su vida social, laboral y familiar.