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Por uso de lápiz que podía ser borrado: denuncian irregularidades en Hualqui
27 October 2024 | 09:17
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La Corte de Apelaciones rechazó la apelación de la defensa de la médica venezolana Carmen Martínez Flores, actualmente en prisión preventiva por los delitos de fraude y usurpación de identidad, en la causa que investiga la entrega de cientos de mamografías falsas, o veredictos por exámenes que no se realizaron.
La fiscal a cargo del caso, María José Aguayo, imputó a la doctora en el caso Novakimen, nombre del laboratorio contratado por la salud primaria de ocho municipios.
Entre ellas, se encontraban el Hospital intercultural de Cañete, los municipios de Concepción, Contulmo, San Pedro de la Paz, Lota, Curanilahue, Los Álamos y Talcahuano, además de los servicios de Salud de Talcahuano y de Curanilahue.
Recordemos que estos mismos municipios se querellaron por la realización de mamografías para mil mujeres atendidas. Muchos de los exámenes no se practicaron, otros sí se realizaron, pero además, en los que se entregaron resultados, éstos fueron adulterados e incluso firmados con el nombre de facultativos que nunca trabajaron para el centro médico.
La defensa de Martínez había solicitado rebajar la cautelar decretada, sin embargo, la persecutora se opuso a esta petición, argumentando la perspectiva de género.
El tribunal de alzada rechazó los antecedentes entregados por la defensa de la imputada, acogiendo los de la persecutora y de allí manteniendo la prisión preventiva para Carmen Martínez.
En la investigación también fue formalizado Roberto Ruiz Lizama, representante legal de Novakimen, quien también apeló a la prisión preventiva.
Mediante documentos falsos, como resoluciones exentas con autorizaciones falsificadas o información de profesionales que no trabajaban para el centro, se adjudicó los contratos para realizar exámenes, consistentes en ecografías ginecológicas y mamarias.
Los exámenes eran realizados por Martínez Flores o Audié Ferreira Barbosa, quien mantiene una orden de detención vigente.
Sin embargo, ambos médicos generales, remitían los informes careciendo de las especialidades requeridas para practicar los exámenes.