María Jesús Troncoso tenía 16 años cuando su vecino, un ex carabinero, la mató. Él mismo confesó que entró a robar, le pidió dinero, y la apuñaló.
Antes de eso la amenazó, la ató de manos y pies y le exigió más plata. Cuando su mamá llegó a la casa la encontró agonizando.
En sus últimas palabras pudo soltar el apodo de su asesino y le pidió que la abrazara. Su familia ahora exige una sentencia firme y evitar que pueda acceder a beneficios a futuro: «Puede ser que el día de mañana esté libre y… ¿Qué va a pasar con nosotras?», cuestionan.
Jorge Rebolledo Martínez era vecino de María Jesús. Según declaró el propio imputado, entró por la puerta principal y llegó hasta la cocina. Tomó un cuchillo de unos 30 centímetros aproximadamente.
Desde ahí subió hasta la habitación principal donde María Jesús descansaba. En la audiencia de formalización, la fiscal Ana María Molina detalló que en ese momento Rebolledo le pidió dinero.
El apodo que alcanzó a soltar María Jesús antes de morir fue clave para que la PDI entrevistara a Rebolledo. Lo hizo en calidad de testigo, pero confesó que fue él quien la mató y terminó detenido.
La abogada de la Defensoría Penal Pública de Los Ángeles, Ivonne Flores, explicó que “ha colaborado en todo momento” con la investigación. Por ejemplo, realizándose pruebas biológicas o entregando su vestimenta.
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Atada y envuelta en frazada: el homicidio de Jesu, la menor que delató a su asesino antes de morir