El Tablón
El Tablón: Debate de alcaldes electos en Municipales 2024
15 November 2024 | 17:46
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En una nueva edición de La entrevista de Tomás Mosciatti, conversamos con la presidenta del Partido Federación Regionalista Verde Social, Flavia Torrealba, quien abordó la actual crisis institucional que enfrenta Chile, centrándose en el caso del ex subsecretario del Interior, Manuel Monsalve. La conversación reveló tensiones y preocupaciones sobre la gestión de la seguridad en el país.
“Hay una crisis institucional importante”. Con respecto a si hay una crisis en el Gobierno, señaló que “Es una crisis, no tan grande como parece, pero hay una crisis, sin duda”, afirmó Torrealba.
Durante la entrevista, se le consultó sobre el Comité Político y su reacción tras la crisis de Monsalve. Torrealba respondió: “Mire, tal vez tiene más expectativas de lo que en realidad pasó, pero pasaron cosas interesantes”. Aclaró que, aunque se discutió el caso, había otros temas acumulados que también requerían atención.
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El caso de Manuel Monsalve ha generado controversia tras su declaración de haberse “borrado” durante 12 horas en un momento crítico y ante la consulta de si una persona encargada de la seguridad puede borrarse durante 12 horas, afirmó que “No, no puede, no debe tampoco borrarse durante 12 horas”, sugiriendo que es una hipótesis que hay que explorar. Sin embargo, señaló que ellos lamentan que solo se haya concentrado en un aspecto de este episodio tan dramático, en el que reconocen la presunción de inocencia y agrega que no se podía llegar y marginar justamente porque era el encargado de la seguridad de la nación.
La presidenta del partido también abordó la gestión del poder en el Gobierno, señalando que “el Presidente no puede tener a un subsecretario en este nivel de conflicto”. Al ser consultada sobre si habría despedido a Monsalve, Torrealba fue clara: “No solo a Monsalve”.
Además, subrayó la necesidad de reformar el sistema de seguridad: “Nosotros tenemos presentado un proyecto de reforma constitucional para crear una comisión nacional que luche contra precisamente el crimen y que sea una especie de banco, digamos, como el Banco Central, que sea capaz de fijar las políticas de la lucha contra el crimen y que los ministerios, las policías, sean los ejecutores y los que están en el día a día, pero no los responsables finales que definen la estrategia”.
“Más allá del episodio tan doloroso y que avergüenza, la preocupación final tiene que ver con la posición del acusado”, concluyó Torrealba, dejando abierta la discusión sobre las implicaciones políticas y sociales de este caso en el contexto actual.