La nueva oficina de información turística, diseñada y elaborada por Silverio Valenzuela, tonelero reconocido por la comuna de Quillón, ha sido una labor que tomó más de 50 días para lograr la construcción de un edificio con identidad local, en gran parte inspirada por su dedicación a la producción de vino en la zona.
En este proyecto innovador, se reutilizaron barricas antiguas provenientes de las primeras cepas que llegaron a Chile, marcando así un homenaje a la rica tradición vinícola del país. El material principal utilizado en la construcción es el raulí, un árbol nacional, con barricas que han sido utilizadas por productores de vinos durante 40 a 50 años.
Cada cuba, fabricada a mano en esta tonelería artesanal, tiene dimensiones que alcanzan aproximadamente los 3 metros de diámetro.