Tras 12 años como Arzobispo de Concepción, Fernando Chomali se despide para asumir nuevos desafíos en la región Metropolitana.
Con destacadas obras como la Lavandería 21 y la Cafetería 440, así como productos culturales como obras de teatro y documentales, el legado del eclesiástico se dejó sentir en la región y muchos se preguntan si tras su partida estás iniciativas continuarán operando. En ese sentido, destacó que si bien fue fundador de estas instancias, ya hace un tiempo estas operan de manera independiente a él. «Si fracasa eso es porque a la gente no le interesan» explicó aclarando que son proyectos comunitarios donde todos deben poner de su parte, «si fracasan, es un fracaso de la sociedad».
Así mismo, indicó que a su llegada a Santiago ya cuenta con varias reuniones agendadas, «pero primero hay que mirar y lo importante es que uno mire y diga ‘qué aporte puedo hacer yo’», apuntó.
El nuevo Arzobispo de Santiago repasó en Matinal Nuestra Casa lo fue su trabajo en la región del Biobío y las expectativas que tiene de su nuevo rol. Recordando algunos hitos de su carrera, el prelado se refirió a las acusaciones de encubrimiento de casos de abuso, destacando que se ha avanzado en esa materia, con protocolos más estrictos y que «hay que escuchar más a las víctimas», tanto en la Iglesia, como en otras instituciones. «Hemos aprendido… Y eso espero que lo podamos extender a toda la sociedad chilena que, lamentablemente, es bastante más corrupta de lo que uno cree», dijo.
En su despedida, tras recibir los buenos deseos de miembros de la comunidad, Chomali expresó que se va agradecido y que «hemos sido creados para la grandeza, no para la comunidad, siempre podemos hacer más, siempre podemos dar más», reflexionó.